Ruta delle Cinque Terre - Etapa 2: Portovenere - Monterosso
Ruta creada por tomrider
La segunda etapa del viaje fue desde Portovenere hasta Monterosso cruzando el Parque Natural delle Cinque Terre y haciendo paradas en cada uno de los pueblos llamados "cinque terre":
Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso.
Como comentaba en la primera etapa para llegar al corazón delle cinque terre hay que volver a La Spezia y tomar la SS-370.
Una carretera panorámica preciosa ya que rodea el mar durante todo el trayecto y se pueden apreciar los increíbles colores que caracterizan el parque natural, la forma de cultivar el terreno que ha creado como estratos o como si fueran terrazas que descienden con una fuerte pendiente hasta el mar.
El primer pueblo que nos encontramos es Riomaggiore, conocido porque es donde empieza la "Strada dell'amore", una senda que une Riomaggiore con Manarola por la costa. La "strada" está cerrada desde 2012 por un accidente que ocurrió a dos turistas y a día de hoy solo han abierto un tramo muy corto de apenas 200m.
En Riomaggiore lo que más despierta la curiosidad son sus pinturas callejeras, murales, que son realmente bonitos y refiguran personajes de mar, merece la pena visitar la Iglesia de San Giovanni Battista y darse un paseo hasta la estación del tren.
El siguiente pueblo nos enamoró: Manarola.
Lugar privilegiado para bañarse con unas vistas al mar de ensueño, callejuelas que descubren decenas de restaurantes tradicionales y turísticos. Una única calle que baja hasta el mar (la moto hay que dejarla arriba, la mayoría de estos pueblos son peatonales y las vías de acceso complicadas y en malas condiciones).
Corniglia es el más pequeño de todos estos pueblos y es muy diferente respecto a los otros dado que no está situado al lado del mar sino sobre un promontorio rodeado de viñedos distribuidos en las características terrazas, una vez más para llegar a ello hay que descender una larga escalera así que prepararos :)
En Vernazza volvemos al estilo de clásico pueblo de pescadores con encanto, con los colores típicos de estas tierras.
Dejado Vernazza atrás nos dirigimos hacia el pueblo más grande delle cinque terre: Monterosso al mare, conduciendo por la maravillosa SP-51, un tramo muy divertido para conducir aunque hay que ir despacio; hay muchas obras y mal signaladas por lo que te puedes topar de repente con tramos cerrados o sin asfaltar.
Monterosso ha sido uno de los pueblos más afectados por la terrible inundación que hace un par de años destrozó Genova y le cinque terre, se quedó casi enteramente sumergida pero ha sido reconstruida a la velocidad de la luz dejándola nueva.
Aquí se puede llegar en moto y hay varios aparcamientos donde poder dejarla.
En Monterosso destaca la playa del gigante con un monumento precioso de un gigante (el Dios Neptuno) que hace de marco a la playa y el paseo por el centro pasando por un túnel de unas pocas decenas de metros. La arquitectura religiosa está muy presente, son muchas las iglesias con las que nos encontramos en el camino.
Esta segunda etapa nos ha encantado, ha sido la más divertida de todo el viaje aunque las condiciones del terreno, las complicadas formas de acceder a los pueblos y aparcar, hasta para una moto, ha dejado claro que el trabajo del hombre aquí está bastante descuidado.
Visto desde otra forma a veces este descuido permite vivir la naturaleza de forma directa y profunda entrando en total conexión con el paisaje alrededor. Pero vamos si vais a recorrer este trayecto armaos de paciencia.